martes, 26 de mayo de 2015

De Primaria a Secundaria.... Consejos.

ORIENTACIONES PARA PADRES Y MADRES DE ALUMNOS/AS DE E.S.O.

El cambio de etapa de Primaria a Secundaria preocupa a muchos padres y madres.

La mayor exigencia académica implica un aumento en el tiempo de dedicación al estudio en una etapa en la que el  desarrollo evolutivo de los alumnos/as les hace estar más pendientes de los amigos, los videojuegos, las redes sociales o su propio aspecto personal. La ayuda de los padres es fundamental para conjugar el necesario rendimiento académico con los cambios que conlleva la adolescencia. 

Las expectativas respecto al futuro académico y profesional deben ser coherentes con las características del alumno/a y con su capacidad de trabajo diario.

Es lógico pensar que, en general, un alumno/a que dedica entre una y dos horas al día a estudiar y a hacer los trabajos de clase obtendrá buenos resultados académicos y podrá plantearse realizar estudios superiores.
 
Del mismo modo si no hay una dedicación diaria al estudio es muy poco probable que ese alumno/a obtenga el título de graduado en secundaria.

lapicesLos planteamientos extremos son poco positivos: 
  • Algunos alumnos no trabajan habitualmente y no les importan sus malos resultados, pasan …
  • Sin embargo otros se “agobian” en exceso si suspenden una asignatura y dedican demasiado tiempo al estudio porque sienten una gran ansiedad y temor ante el fracaso. 
…. es conveniente tener un buen ajuste entre la motivación, el esfuerzo y trabajo realizados y los resultados obtenidos.

libros
No podemos olvidar al colectivo de alumnos/as que sí se esfuerzan pero que les cuesta obtener resultados satisfactorios. En estos casos recomendamos que se les facilite ayuda y refuerzo en el centro y en casa y que se les exija de acuerdo a sus posibilidades reales.

En la agenda escolar suelen incluirse unas hojas en las que los alumnos/as pueden anotar sus expectativas para cada asignatura y la nota real obtenida. Esto les ayudará a ser realistas respecto al esfuerzo que necesitan realizar en cada caso.

El control por parte de los padres de la agenda escolar es importante en los primeros cursos de la ESO con el fin de ayudarles a planificar su trabajo a medio y largo plazo.

Las actividades extraescolares son muy recomendables y muy sanas, especialmente si son de tipo deportivo, artístico o lúdico,… siempre que no supongan un estrés excesivo por falta real de tiempo o energía para dedicar al estudio. De hecho es aconsejable que las actividades se limiten a los días que no tienen clases por las tardes.

En estas edades es imprescindible una alimentación sana y variada y unos buenos hábitos de sueño. Observamos con preocupación que muchos alumnos vienen al centro sin desayunar o habiendo dormido poco. Las horas de sueño son fundamentales para estar en forma física y mental al día siguiente.

maquinetaEl exceso de tiempo dedicado a distracciones como la tele, videoconsolas, juegos de ordenador, móviles, Internet en general, salir con los amigos,… es la causa de la mayoría de fracasos escolares y repeticiones de curso.

Les recomendamos un control estricto del tiempo dedicado a ellas pues los alumnos/as no son conscientes del tiempo que realmente les dedican y de la calidad de los programas que ven/utilizan.

Desde el respeto a los criterios educativos de cada familia, recomendamos que, en general, los premios (por ej. regalos de navidad) se vinculen más al esfuerzo realizado en los estudios que a los resultados obtenidos.
 
Del mismo modo pensamos que es educativo que la falta de esfuerzo tenga unas consecuencias negativas (o no positivas) para el alumno/a.
 
Les recordamos que, aunque los alumnos/as se sienten ya mayores y prefieren que los padres no acudan al centro, es imprescindible el contacto con el tutor/a, y si así se considera con el Departamento de Orientación.

lunes, 11 de mayo de 2015

Esto es lo que seguro que haces mal si estás en el grupo de WhatsApp de padres de la clase de tu hijo

No eres consciente de ello, pero en vez de ayudar a tu hijo quizá le estés perjudicando y sobreprotegiendo.

Esto es lo que seguro que haces mal si estás en el grupo de WhatsApp de padres de la clase de tu hijo  

De los corrillos en la puerta del colegio... a los chismorreos por WhatsApp. Cada vez es más habitual que los padres, por deseo propio o porque en cierto modo se sienten obligados a hacerlo, forman grupos de WhatsApp junto al resto de progenitores de la clase de sus hijos en el colegio. Se trata de una forma de comunicación muy útil para informarse de reuniones, celebración de cumpleaños, organización de los disfraces en Carnaval... 

Sin embargo, se corre el riesgo de caer fácilmente en la tentación de realizar una crítica a un profesor «porque pone muchos deberes», «porque no pone deberes», «regaña mucho», «es muy estricto en las notas»... Comentarios que poco a poco van alimentándose y creando una opinión generalizada sobre los docentes que puede llegar a ser muy perjudicial. «En ocasiones —añade Óscar González, profesor de educación Primaria y autor de «Familia y Escuela»— no siempre es culpa de los padres. Hay centros que mantienen sus puertas cerradas a comentarios y no facilitan que las familias se acerquen a manifestar sus dudas o preocupaciones».

Este docente también alerta del riesgo que supone que los padres se enfrenten a otros por WhatsApp. «Es muy fácil hacer comentarios escritos y hay que tener cuidado y ser respetuosos con las opiniones de los demás. Además, muchos niños cogen el móvil de sus padres y pueden leerlo».

Otra de las funciones más destacadas del WhatsApp del colegio es la de «servicio de SOS». Es muy común que un alumno se olvide un día el cuaderno de deberes. Rapidamente los padres lanzan un mensaje de auxilio: «alguien puede mandarme una foto de la página 6 de lengua». Lo mismo ocurre si el niño ha extraviado su abrigo, un libro, el gorro de piscina... Todos en su búsqueda. 


Según el sociólogo Francisco Núñez, director del programa de Humanidades de la Universitat Oberta de Cataluña, este tipo de mensajes «perjudican la autonomía y responsabilidad de los niños con las tareas escolares». Para Nati Cabrera, profesora de estudios de Educación y Psicología de la UOC, «no es bueno que los padres asuman las responsabilidades de los niños. Ellos piensan que les están ayudando, pero no es así; sobreprotegiéndoles les impiden que hagan suyas las responsabilidades y perjudican su autonomía», advierte.

Claves para un buen uso



  • Utiliza el grupo de WhatsApp de la clase para intercambiar información útil sobre tu hijo y el grupo-clase. Si no tienes nada positivo, útil e interesante que aportar, mejor no escribas nada.
  • Respeta a los demás y su intimidad: una vez se comparte un contenido ya no hay marcha atrás.
  • No escribas lo que no dirías a la cara. Piénsatelo dos veces antes de enviarlo.
  • No te conviertas en la agenda de tu hijo: deja que aprenda a asumir sus propias responsabilidades.
  • Ante el mal uso de alguno de los miembros del grupo no dejes pasar la ocasión de mostrar tu disconformidad y hacerle ver que no es la manera correcta de proceder.
  • Evita comentar los rumores que se compartan en el grupo e intenta erradicarlos. El rumor es una construcción grupal: todos los que participan son sus constructores, cada uno de ellos aporta algo al mismo.
  • Si tus intentos de eliminar estas actitudes del grupo son fallidos, siempre tienes la opción de abandonar el grupo. Aunque algunos no lo entenderán, a veces es la mejor opción.
  • No compartas en el grupo contenidos que atenten contra la privacidad de nadie ni sea ofensivo hacia otros (padres, profesores, etc.)
  • Si tienes algún problema que resolver con el profesor, no lo hagas a través del grupo: acude al centro a hablar con él cara a cara. De esta forma tendrás opción de conocer sus propios argumentos.
Fuente: Óscar González